Cuando nuestro punto de vista está amenazado todos nos sentimos inseguros. ¡A nadie le gusta reconocer que el problema puede en parte ser uno mismo! El objetivo de crecer es superarse. Aceptemos la vida como un obsequio. Aceptemos la responsabilidad de actuar según nuestros mejores y propios intereses. Pensemos que si somos buenas personas lo que buscamos para nosotros también será bueno, en tanto y en cuanto seamos honestos con nuestras necesidades.
Cada vez que una persona no actúa según sus mejores y propios intereses y no asume la responsabilidad de su vida, chantajea a los demás exigiéndoles aprobación, satisfacción y un sentido de integridad. La verdad es que nadie podrá nunca darnos satisfacción salvo nosotros mismos.
«Ignorar el propósito de la vida es una enfermedad seria que la humanidad padece, y es causa de esclavitud y servidumbre del alma a un mundo plagado de infelicidad y dolor. Sin embargo, hay un poder dentro de nosotros que revitaliza el alma. Tenemos, por tanto, que reversar este drama de actividad superficial febril y encontrar el centro de nuestro ser en el cuerpo humano, donde reside el Poder que todo lo sustenta y es libre de todo.
Ubicar este punto central y tener una experiencia de acceso produce convicción personal, porque nada es real hasta que se experimenta. El intelecto es limitado y también lo es el razonamiento basado en el intelecto. Los textos de las Escrituras hablan de la Verdad, pero no la demuestran, y mucho menos dan un contacto con ella. El conocimiento lógico es inferencial, por lo cual no se puede depender de él con certeza.» Kirpal Singh.