Cambiar la comodidad material que ofrece un trabajo estable por expresar mi verdad interior y vivir de ella, me ha llevado a atravesar por situaciones que nunca hubiera imaginado que viviría.

Con 20 años, a mitad de mis estudios, comienzo a trabajar en una empresa familiar en pleno declive comercial. A mis 23 años, me convierto en su gerente y en 1 año más, socio. Esto me permite estabilizarla, triplicar su tamaño y pagar mi inversión en ella.

Cerca a mis 30´s, buscando nuevos horizontes vendo mi participación y comienzo como consultor empresarial y financiero. También, me experimento como trader en la bolsa de Nueva York y desarrollo algunos proyectos online. Trabajo en la creación de un portal de domicilios que cierro en el 2000 al verse afectado por la crisis de las punto-com de ese año.

Nuevas experiencias, vínculos, viajes y la búsqueda constante que mantuve desde joven, me llevan a descubrir, a mis 33 años, que ¡el verdadero sentido de la vida se encuentra en cultivar la riqueza interior antes que la exterior!

Centrarme en mi bienestar interno, me motivan a enfocar mi trabajo en crear aportes significativos para la humanidad.

Convencido que el éxito y la satisfacción, laboral y personal, dependen principalmente de las habilidades mentales antes que de las técnicas, mis consultorías empezaron a enfocarse en el aspecto psicológico; en profesiones y ocupaciones tan variadas como artistas, traders, coach, psicólogos, militares, educadores, gerentes… ¡Por supuesto, expandir el potencial interior engrandece toda actividad humana!

Sintonizándome con mis principios de vida, en el 2004, constituyo la Academia de Desarrollo Humano y la Fundación Oriente Occidente, hoy convertidas en Alemart School.

Cientos de testimonios comienzan a hacer evidentes los beneficios de nuestros programas. Más de 3.000 personas de escasos recursos de la ciudad de Bogotá se benefician de ellos, en contrataciones con la Alcaldía de la ciudad.

Me especializo en pedagogías educativas modernas que faciliten el desarrollo humano, de maneras prácticas, integrales y holísticas.

Al menos 4.000 profesores se han capacitado presencialmente conmigo, transformado su capacidad de liderazgo y sus estilos de enseñanza.

Fue sólo tras 7 años de ayudar a desarrollar talentos que, en el 2011, siento el impulso por desarrollar los míos: saco el teclado que tenía guardado desde joven debajo la cama y ¡descubro la posibilidad que tenía de improvisar en él!, con métodos propios que creo de acuerdo a lo que escucho y siento.

Poco me interesa seguir las técnicas tradicionales de la música: memorizar y reproducir repertorios, pues ya de joven había permitido que desestimaran mi intención como artista.

Los métodos que enseño, en todos los Entrenamientos de Alemart School, mucho más que enfocarse en repetir o reprogramar la mente, elevan tu claridad personal y tu conciencia, para que te descubras y desarrolles habilidades psico-emocionales, como la creatividad, entre otras… aquellas que te faciliten desplegar tu talento.


El Gimnasio Virtual Para La Mente No. 1

Impulsado por los resultados y el reconocimiento de nuestros programas, en el 2015 decido crear la Plataforma Virtual de la Academia de Desarrollo Humano, con la que se multiplican las posibilidades de interiorización y acompañamiento continuo para cada miembro de la comunidad.

Artistas, coach, psicólogos, jefes de recurso humano y ejecutivos, y miles más de «amigos habituales», de variadas ocupaciones, han obtenido los beneficios de nuestros entrenamientos. Cada uno de ellos con: ¡un anhelo por ser mejor y decidirse a crear un futuro próspero!

Los testimonios de múltiples personas que han aprovechado sus cientos de actividades estructuradas, ejercicios de introspección, lecturas y videos, nos permiten obtener en el 2017 el premio WWBR del Reino Unido como el Sistema No. 1 de Educación Complementaria en Latinoamérica.


El Método de Reconocer Los Límites de La Mente

Siendo realistas, sabemos que la mente humana poco invita a la profundización. Suele preferir memorizar fórmulas para alcanzar logros en pocos pasos, ojalá con poco esfuerzo, que tener la perseverancia necesaria para desarrollar capacidades mentales, porque eso le exige hacer un esfuerzo a diario.

¿Qué esfuerzo de más he hecho hoy? Aunque digamos que «sí… queremos ser mejores», solemos quedarnos más en zonas de confort, que asumir con determinación nuestra profundización interior, la cual exige un esfuerzo consistente para estudiarse y mirar aspectos en uno mismo, muchas veces, difíciles de aceptar.

«La mente es un monstruo de mil cabezas», dicen los orientales, que utiliza un sin número de estrategias para disuadirnos de profundizar o aprovechar nuestros recursos internos.

El negocio de ayudar a desarrollar la mentalidad (mindset) en las personas de manera ética, es decir, motivándolas a que realicen un esfuerzo consistente para desplegar sus dones… (¡sin intentar manipularlas prometiéndoles logros irreales en pocos pasos o emocionándolas!), por naturaleza, va en contra de la corriente mental misma.

Por eso, los métodos de enseñanza no requieren negar la negatividad sino ayudar a concentrarnos en el bienestar. Aprender a ser amigos de esas corrientes involutivas, sin pelear con ellas, para reconocerlas y poder evitar muchas de sus respuestas mecánicas nocivas. Con técnicas que guíen la profundización interior continua, antes que la reprogramación o repetición mental.

¡Ser Buenos No Es La Meta, Ser Bondadosos Sí Lo Es!

Confieso, que aunque «producir el máximo bien al mayor número de personas posible», siempre ha sido una definición de ética que ha inspirado mi trabajo, hoy comprendo que mi principal objetivo antes que cambiar el mundo debe ser cambiar yo… y que la riqueza interior importa más que la exterior. Sin desligarme de la abundancia material o «salirse del sistema», como dicen hoy… ¡no se trata de eso!, sino de la codicia, los apegos, las dependencias, la vanidad y el ego (aspectos en los que se preparan nuestros estudiantes).

También, hoy reconozco que, a medida que profundizo, ¡todo lo que necesito siempre ha estado en mí!

Sin duda, mi fuerza de voluntad y el desarrollo continuo de mis capacidades son los principales recursos que tengo, los cuales, con la guía apropiada, me permiten tratar con las incertidumbres de la vida, desplegar mi potencial interno y alcanzar metas.

Mis experiencias más valiosas, mis mayores aportes y mis más grandes riquezas, se generan cuando me doy cuenta que mis potencialidades están más allá de mis pensamientos y que realmente nunca puedo esperar saberlo todo… ¡justo después que mi mente deja de resistirse o de buscar y prefiere entregarse y dedicarse a dar!