El prejuicio tiene algo en común con los ideales, creencias y fes. Debemos poder pensar juntos; pero nuestros prejuicios, nuestros ideales, etc., limitan la capacidad y la energía requeridas para pensar, observar y examinar juntos para descubrir por nosotros mismos qué hay detrás de toda la confusión, la miseria, el terror, la destrucción y la tremenda violencia en el mundo.
El pensamiento es el factor común de toda la humanidad.
No hay pensamiento oriental ni occidental; solo existe la capacidad común de pensar, sea uno completamente pobre o más sofisticado. Sea que viva en una sociedad acomodada, ya sea un cirujano, un carpintero, un trabajador en el campo o un gran poeta, el pensamiento es el factor común de todos nosotros. No parecemos darnos cuenta de que el pensamiento es el factor común que nos une a todos. Piensas de acuerdo con tu capacidad, tu energía, tu experiencia y conocimiento; otro piensa de manera diferente según su experiencia y condicionamiento. Todos estamos atrapados en esta red de pensamiento. Este es un hecho, indiscutible y real.
Entonces, ¿qué es el hombre? Ha sido programado para ser católico, protestante, italiano o británico, etc. Durante siglos ha sido programado: creer, tener fe, seguir ciertos rituales, ciertos dogmas; programado para ser nacionalista e ir a la guerra. Entonces su cerebro se ha convertido en una computadora pero no tan capaz porque su pensamiento es limitado, mientras que la computadora, aunque también es limitada, puede pensar mucho más rápido que el ser humano y puede superarlo. Estos son hechos, esto es lo que realmente está sucediendo. Entonces, ¿qué pasa con el hombre? Entonces, ¿qué es el hombre? Si los robots y la computadora pueden hacer casi todo lo que el ser humano puede hacer, entonces ¿cuál es la futura sociedad del hombre? Cuando el robot y la computadora pueden construir automóviles, probablemente mucho mejor, ¿qué será del hombre como entidad social?
Estos y muchos otros problemas nos enfrentan. Ya no pueden pensar como cristianos, budistas, hindúes y musulmanes. Estamos ante una tremenda crisis; una crisis que los políticos nunca resuelven porque están programados para pensar de una manera particular, ni los científicos pueden entender o resolver la crisis; ni tampoco el mundo de los negocios, el mundo del dinero.
El punto de inflexión, la decisión perceptiva, el desafío, no está en la política, en la religión, en el mundo científico, está en nuestra conciencia. Uno tiene que entender la conciencia de la humanidad, lo que nos ha llevado a este punto.
J.D. Krishnamurti, La Red del Pensamiento.