La persona corporativa moderna, los burócratas, las tribus estancadas en la tradición, cualquier persona que no entienda lo que significa pensar por sí mismo y que le asuste ser audaz y exponerse, prefiere someterse e imitar a otros.
Estas son descripciones perfectas del “humano cultural automático”, el humano confinado por la cultura, esclavo de ella, consumista, que imagina que si adquiere lo último que la propaganda va ofreciendo tiene su vida bajo control.
Podemos escoger aumentar o disminuir el dominio del mal (egoísmo y violencia): ¿Seguiremos haciendo uso de la libertad para encapsularnos en personalidades estrechas y paranoicas y crear más Utopías a veces sangrientas? o ¿Usaremos la libertad para conformar comunidades de apoyo para mejorar nuestra vida con acción creativa y solidaria inmediata?